TRATAMIENTO DE LA EPILEPSIA INFANTIL CON ESPIGAS CENTROTEMPORALES
Yonago, Japón:
La monoterapia con lacosamida ha demostrado ser eficaz y segura en el abordaje de la epilepsia infantil con espigas centrotemporales y, por lo tanto, puede ser utilizada como tratamiento de primera línea.
Brain & Development 1-6, 2022
Autores:
Okanishi T, Fujii Y, Fujimoto A
Institución/es participante/s en la investigación:
Tottori University
Título original:
Lacosamide Monotherapy for the Treatment of Childhood Epilepsy with Centrotemporal Spikes
Título en castellano:
Monoterapia con Lacosamida para el Tratamiento de la Epilepsia Infantil con Espigas Centrotemporales
Extensión del Resumen-SIIC en castellano:
2.16 páginas impresas en papel A4
Introducción
La epilepsia infantil con espigas centrotemporales (CECTS, childhood epilepsy with centrotemporal spikes) tiene una incidencia de 10 a 20 por cada 100 000 niños de 0 a 15 años. En general, las convulsiones en la CECTS son focales e infrecuentes. Además, se caracterizan por ser únicas y breves. Antes de los 16 años suelen remitir las convulsiones. En caso de requerir tratamiento farmacológico se recomienda la monoterapia con carbamazepina, ácido valproico, sultiame, clobazam, levetiracetam o lamotrigina para controlar la CECTS. La lacosamida es un fármaco antiepiléptico de tercera generación que se utiliza como monoterapia y terapia adyuvante para las convulsiones de inicio focal, y como tratamiento complementario para las convulsiones tónico-clónicas generalizadas. Aún no ha determinado el efecto de la monoterapia con lacosamida en sujetos con CECTS.
El objetivo de la presente investigación fue evaluar la eficacia y los efectos adversos de la monoterapia con lacosamida en niños diagnosticados con CECTS (posible CECTS según los criterios utilizados en el presente estudio).
Métodos
Los autores de la presente investigación realizada en Japón recopilaron y analizaron de manera retrospectiva los datos clínicos y la información sobre el tratamiento de todos los pacientes con CECTS que fueron tratados con lacosamida entre abril de 2013 y agosto de 2021. Se incluyeron pacientes diagnosticados por especialistas con CETCT, con edad de inicio de las convulsiones entre los 3 y los 13 años; convulsiones hemifaciales, orofaríngeas o ambas; descargas interictales en electrodos temporales centrales, medios o ambos, y sin discapacidad intelectual, que fueron tratados con monoterapia con lacosamida durante 6 meses. Como protocolo básico, la lacosamida se inició en dosis de 2 mg/kg/día, que se administró dos veces por día; esto se incrementó a 4 mg/kg/día (pacientes con 30 a 50 kg de peso corporal) y 6 mg/kg/día (pacientes < 30 kg de peso corporal), con aumento de la dosificación de 2 mg/kg/día. Se evaluaron la aparición de convulsiones durante 0 a 3, 4 a 6 y 7 a 12 meses desde el inicio del tratamiento y en los últimos 6 meses de seguimiento. Se consideró que el paciente estaba libre de convulsiones si no presentó convulsiones durante 6 meses y 3 veces la media del intervalo convulsivo antes del tratamiento en el último seguimiento. El paciente que requería un fármaco antiepiléptico adicional se consideró que tenía convulsión residual.
Resultados
Se incluyeron un total de 18 pacientes (6 mujeres y 12 varones), con promedio de edad de inicio de las convulsiones de 7 años y 8 meses. El promedio del período de seguimiento fue de 2 años y 5 meses. Todos los pacientes iban de forma regular al jardín o la escuela primaria. Tres niños fueron diagnosticados con trastorno del neurodesarrollo. Todos los pacientes (100%) presentaron convulsiones hemifaciales, y ocho (44%) manifestaron convulsiones orofaríngeas. Catorce (78%) y dieciséis (89%) pacientes experimentaron convulsiones con alteración de la conciencia durante el día, y convulsiones tónico-clónicas focales a bilaterales (generalización secundaria), respectivamente. Antes del tratamiento con lacosamida, el número de convulsiones y las frecuencias fueron de 2 a 8 veces y de 1 a 5 veces por semana, respectivamente. El electroencefalograma (EEG) reveló espigas en un paciente, ondas agudas en 12 pacientes, espiga y ondas lentas en 8 y ondas agudas y lentas en 7. Las descargas aparecieron predominantemente en los electrodos central (13 pacientes [72%]) o mediotemporal (16 pacientes [89%]). El agravamiento de las descargas epilépticas durante el sueño se observó en 14 participantes (78%). No se confirmó que ningún paciente tuviera remisión de las convulsiones. Un niño fue tratado con levetiracetam por 15 meses, que se sustituyó por lacosamida. La duración desde el inicio de la CECTS y el tratamiento con lacosamida varió de 0 a 18 meses (media: 6 meses). El período de seguimiento desde el inicio del tratamiento con lacosamida fue de 13 a 88 meses (media: 29 meses). Dieciséis (89%) pacientes fueron seguidos durante 18 meses desde el inicio del tratamiento.
Las dosis máximas de lacosamida mantenidas en el período de mantenimiento, oscilaron entre 1.6 y 6.5 mg/kg/día (media: 5.1 mg/kg/día). Desde el momento del inicio del tratamiento, la lacosamida demostró la máxima eficacia en cada paciente de 0 a 13 meses. Un paciente requirió tratamiento con un fármaco antiepiléptico adicional. El 39%, el 67% y el 72% de los participantes estuvieron libres de convulsionas a los 0 a 3, 4 a 6 y 7 a 12 meses desde el inicio del tratamiento, respectivamente. Quince pacientes (83%) se consideraron libres de convulsiones en la última visita de seguimiento. El 72% de los individuos estaba libre de convulsiones durante los primeros 4 meses de tratamiento. De los 12 pacientes a los que se les realizó EEG durante el tratamiento con lacosamida, 5 presentaban reducción en la frecuencia y extensión de las descargas interictales, y los 7 restantes no demostraron cambios notables.
Todos los pacientes (100%) continuaron el tratamiento con lacosamida durante el seguimiento. Cuatro niños (22%) experimentaron eventos adversos. Tres (17%) pacientes presentaron somnolencia y uno (6%) informó fatiga. Estos síntomas desaparecieron a las 4 semanas. No se observó alteración cognitiva durante el período de tratamiento de mantenimiento. No se informaron eventos adversos graves.
Discusión
El presente estudio demostró que la monoterapia con lacosamida es eficaz y segura para controlar las convulsiones en pacientes con CECTS.
Diversos fármacos antiepilépticos se utilizan para el tratamiento de la CECTS, entre los cuales el levetiracetam demuestra resultados relativamente buenos y menos efectos adversos. En esta investigación, la ausencia de convulsiones con la monoterapia con lacosamida se logró en más del 80% de los pacientes y durante los primeros 4 meses en el 72% de los pacientes. Esto indica que la lacosamida tiene eficacia comparable a la del levetiracetam. En lo referido a la seguridad, la lacosamida no parece generar efectos adversos asociados con la función cognitiva o los aspectos psicológicos y, por lo tanto, no interrumpe con la vida diaria y el aprendizaje. Ningún paciente incluido en el presente estudio interrumpió el tratamiento con lacosamida, lo que demuestra su buena tolerabilidad. Los efectos adversos informados fueron leves y transitorios.
Conclusiones
Los autores de esta investigación indican que, por su eficacia, pocos efectos adversos y tolerabilidad, la lacosamida puede ser considerada un fármaco de primera línea adecuado para pacientes pediátricos con CECTS.