Conceptos Categóricos

TRATAMIENTO DE LA ACROMEGALIA Y DE LOS TUMORES NEUROENDOCRINOS CON ANÁLOGOS DE LA SOMATOSTATINA

Resúmenes amplios

TRATAMIENTO DE LA ACROMEGALIA Y DE LOS TUMORES NEUROENDOCRINOS CON ANÁLOGOS DE LA SOMATOSTATINA


Pereira, Colombia:
En el contexto del Sistema de Salud de Colombia se observó que la mayoría de los pacientes con acromegalia y con tumores neuroendocrinos, son mujeres, y que los fármacos más indicados son la lanreotida autogel en la acromegalia, y la octreotida LAR en los pacientes con tumores neuroendocrinos.

Journal of Endocrinological Investigation 1-9, 2022

Autores:
Machado-Alba JE, Machado-Duque ME, Triana L

Institución/es participante/s en la investigación:
Universidad Tecnológica de Pereira-Audifarma S.A

Título original:
Prescription Patterns of Somatostatin Analogs in Patients with Acromegaly and Neuroendocrine Tumors

Título en castellano:
Patrones de Prescripción de los Análogos de la Somatostatina en Pacientes con Acromegalia y Tumores Neuroendocrinos

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.57 páginas impresas en papel A4
Introducción
La prevalencia estimada de acromegalia, una enfermedad infrecuente, es de entre 40 y 50 casos por millón de personas. La acromegalia compromete significativamente la calidad de vida y es causa de mortalidad prematura, sobre todo por eventos cardiovasculares; además, ocasiona costos sustanciales para los sistemas de salud. El tratamiento de pacientes con acromegalia no es sencillo; esencialmente está destinado a controlar los síntomas, normalizar los niveles hormonales y reducir el volumen del tumor. La adenomectomía transesfenoidal constituye el tratamiento de primera línea, en pacientes con tumores pasibles de extirpación o en sujetos con compromiso visual. En los pacientes no aptos para la intervención quirúrgica y en los sujetos que no desean ser sometidos a cirugía, se suelen indicar análogos de la somatostatina, como octreotida y lanreotida. Estos fármacos también se utilizan como terapia de primera línea en los enfermos con tumores neuroendocrinos que no pueden ser extirpados; la frecuencia de estos tumores es inferior al 1%, pero se ha incrementado en los últimos años. Asimismo, los análogos de la somatostatina se utilizan para el control de los síntomas, como los sofocos, las sibilancias, las telangiectasias y la diarrea, en pacientes con tumores carcinoides metastásicos. Los análogos de la somatostatina se unen preferentemente a los receptores de somatostatina SST2 y SST5, inhiben la secreción de la hormona de crecimiento (GH, por su sigla en inglés) y normalizan los parámetros bioquímicos –factor de crecimiento similar a la insulina y GH (< 1 μg/l)–, en el 60% al 80% de los pacientes con acromegalia. En los tumores neuroendocrinos, estos fármacos ejercen efectos antiproliferativos al reducir los ciclos celulares y activar la apoptosis de células que expresan receptores para somatostatina. El resultado final es la disminución de la angiogénesis tumoral y la menor expresión de factores de crecimiento, con disminución de la secreción de hormonas y de la frecuencia de sofocos y diarrea, en hasta el 88% de los casos. Sin embargo, los costos de esta forma de terapia son elevados, un fenómeno que, en muchos países, obliga a considerar tratamientos alternativos. En un estudio realizado en Colombia entre 2011 y 2015, con pacientes con acromegalia y tumores neuroendocrinos, se describió el patrón de tratamiento con análogos de la somatostatina de acción prolongada. La octreotida fue el abordaje indicado con mayor frecuencia, seguido por la lanreotida (en el 56.1% y el 43.9% de los casos, respectivamente); alrededor del 4.5% de los pacientes cambió una medicación por otra. En 2013 se aprobó el uso de pasireotida de liberación prolongada (LAR, long-acting release), otro análogo de la somatostatina que se administra cada 28 días en pacientes con acromegalia. La sintomatología de la acromegalia es similar a la de otras enfermedades habituales, de modo que el diagnóstico apropiado suele retrasarse de manera considerable, durante años, un fenómeno que se asocia con riesgo aumentado de mortalidad, respecto de la observada en la población general. De igual forma, los tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos suelen diagnosticarse en estadios avanzados, debido a que muchos síntomas gastrointestinales son comunes a otros trastornos. Por estos motivos, el patrón de tratamiento de estas entidades en la práctica asistencial es un aspecto que merece especial atención. El Colombian Health System ofrece cobertura universal para la totalidad de la población, por medio de dos esquemas: el régimen contributivo, que es abonado por los empleados y los empleadores, y el régimen subsidiado por el estado. También existe un plan de beneficios para algunas medicaciones que se utilizan para el tratamiento de la acromegalia y de los tumores neuroendocrinos. El objetivo del presente estudio fue determinar los patrones de prescripción y de uso de los análogos de la somatostatina en un grupo de pacientes con acromegalia y tumores neuroendocrinos, afiliados al Colombian Health System, entre 2015 y 2020.

Pacientes y métodos
El estudio retrospectivo se realizó con pacientes que recibieron indicación de tratamiento con análogos de la somatostatina de acción prolongada, como octreotida LAR, lanreotida autogel y pasireotida LAR, y los patrones de utilización entre 2015 y 2020, identificados a partir del registro del Colombian Health System; se efectuaron controles mensuales para determinar los cambios en los tratamientos. Se tuvieron en cuenta las características sociodemográficas, como la edad, el sexo, el sistema de cobertura para la salud; las variables clínicas, como el diagnóstico, las modificaciones de la terapia y la persistencia del tratamiento durante 12 meses; los patrones de utilización de análogos de la somatostatina; la dosis diaria definida (DDD) recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los estudios de farmacoepidemiología, y las comorbilidades, como la diabetes, la enfermedad de Parkinson, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana y el sida, los trastornos depresivos, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las dislipidemias, el hipotiroidismo, la enfermedad cardíaca isquémica, la hipertensión arterial, la hiperprolactinemia, las arritmias cardíacas y la artritis reumatoidea. Las DDD para los fármacos analizados fueron de 3 mg/día para la lanreotida (90 mg por mes), de 0.7 mg/día para la octreotida (21 mg por mes) y de 1.2 mg/día para la pasireotida (36 mg por mes), según la clasificación del Anatomical Therapeutic Chemical (ATC) de la OMS. Se calculó el cociente entre la dosis administrada promedio y la DDD mensual. Asimismo, se estimaron los porcentajes de pacientes que recibieron dosis máximas y por encima de las máximas, para cada uno de los tres agentess; las dosis máximas de octreotida, lanreotida y pasireotida fueron de 30 mg, 120 mg y 60 mg por mes, respectivamente.

Resultados
Se analizaron 213 pacientes tratados con análogos de la somatostatina; 139 de ellos tenían diagnóstico de acromegalia (65.3%) y 74 tenían tumores neuroendocrinos (34.7%). El 58.7% de los pacientes fueron mujeres (n = 125); la edad promedio en la totalidad de la población fue de 59.7 años. Un total de 154 pacientes (72.3%) fueron tratados en el contexto del régimen contributivo del sistema de salud. Las frecuencias generales de uso fueron del 50.2% para la lanreotida autogel, del 47.9% para la octreotida LAR y del 1.9% para la pasireotida LAR. Entre los pacientes con acromegalia, el fármaco complementario utilizado con mayor frecuencia fue la carbegolina (n = 48; 34.5%), mientras que en los sujetos con tumores neuroendocrinos, el agente utilizado simultáneamente con mayor frecuencia fue el everolimus (n = 17; 23.0%). Entre los pacientes con acromegalia, el 33.3% de los que tenían prescripción de octreotida LAR, el 35.9% de los tratados con lanreotida autogel y un individuo (25%) tratado con pasireotida LAR recibieron, de manera concomitante, cabergolina durante el período de estudio. Nueve pacientes (20%) con tumores neuroendocrinos tratados con octreotida LAR y 8 (27.6%) con prescripción de lanreotida autogel recibieron, de manera simultánea, everolimus. Entre los sujetos con tumores neuroendocrinos, solo un paciente tratado con octreotida LAR (2.2%) y uno que recibió lanreotida autogel (3.4%) utilizaron simultáneamente sunitinib. Entre los pacientes con tumores neuroendocrinos, la dosis promedio de octreotida LAR fue más alta que la dosis máxima aprobada y recomendada de 30 mg, mientras que la dosis promedio de lanreotida autogel fue más baja que la dosis máxima aprobada y recomendada, de 120 mg. Durante el seguimiento, en 24 pacientes se realizaron cambios de la terapia (11.3%); el intervalo entre el inicio y el cambio de tratamiento fue de 25 meses en promedio. Las modificaciones ocurrieron, con mayor frecuencia, en pacientes con acromegalia tratados con octreotida LAR (el 14% pasó a recibir lanreotida autogel). En cambio, entre los enfermos con tumores neuroendocrinos, la modificación más frecuente fue la de octreotida a lanreotida (8.8%); en el 3.5% de los casos ocurrió el cambio contrario, de lanreotida a octreotida.

Conclusión
El presente estudio se realizó con la finalidad de conocer los patrones de prescripción de los análogos de la somatostatina de acción prolongada, en pacientes de Colombia con acromegalia o tumores neuroendocrinos. El ensayo, de diseño retrospectivo, tuvo en cuenta el uso de octreotida, lanreotida y pasireotida. En la investigación se identificaron pacientes con ambas enfermedades tratados con análogos de la somatostatina de acción prolongada, durante un período de 5 años, y se analizaron las características sociodemográficas, clínicas y farmacológicas asociadas con la prescripción de cada uno de estos agentes. La información es particularmente útil para conocer los patrones de prescripción de estos fármacos en el entorno asistencial, y para mejorar los programas para el acceso a la salud.
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